jueves, 28 de abril de 2016

Valle de Antón


Una de las ventajas de haber contado con la guía de mi amiga panameña fue que conocimos sitios que de otra manera seguramente no habríamos visto. Uno de estos lugares fue el Valle de Antón.

Este sitio queda a hora y media de la ciudad de Panamá, y los lugareños suelen utilizarlo para escapadas de fin de semana, pero los extranjeros difícilmente llegan porque no es lo que más se publicita. A mí me encantó haber podido ir, ya que tiene un encanto especial.

Según los geólogos El Valle es un cráter o una caldera de un volcán. A simple vista parece que uno está rodeado de montañas, pero en la realidad estamos dentro de un cráter (¡por suerte inactivo!).

Hay un mercado público con artesanías, y que según me comentaron los fines de semana se venden allí muchas flores.

El Macho
En medio día (porque ese fue el tiempo que estuvimos ahí) pudimos ir a varias de sus atracciones.

Nos dirigimos primero a El Macho, que es una pequeña cascada con piscinas naturales.

Muy florido por el zoologico
Luego fuimos a ver el jardín zoológico “El Nispero”. Es un predio bastante grande donde encontramos gran variedad de plantas y animales. Predominan las aves, entre ellas unos loritos de lo más simpáticos. Hay un área especial con diversos tipos de ranas. Costaba encontrarlas en cada uno de sus hábitat, pero finalmente uno terminaba viendo al anfibio en cuestión camuflado entre las hojas. Los había de varias clases, con distintos colores y tamaños.

He visto un lindo lorito
Loros curiosos
Ave de bellos colores
Otro loro curioso
 

En una parte del zoológico se contaba con una hermosa vista de los cerros, y también con un bosquecito de lo mas lindo.

Con los cerros de fondo
bosque acogedor
Uno de los animales que más me hizo reír fue un grupo de chanchitos que estaban tomando la teta. Era gracioso ver como se desesperaban, y tan ansiosos estaban que no lograban embocar con su objetivo. La madre chancha tranquilamente se quedaba recostada mientras sus pequeños estaban así de entretenidos.

Chanchitos tomando la teta
También un grupo de mapaches que estaban de lo más despiertos y escandalosos.
Gavilan
Mapache
Luego de eso subimos a uno de los cerros y disfrutamos de ver el valle desde ahí. ¡Realmente encantador!

Vista desde el cerro
Luego de todo el paseo volvimos al hotel, satisfechos por haber recorrido tanto.

Ya esa era la última noche en la ciudad, ya que al día siguiente partíamos para Bocas del Toro y nuestro destino más playero. ¡No se pierdan esos relatos y fotos!

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muy lindo. Y el turista extranjero no suele ir para allí..

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  2. Nada mas bello y reconfortante que la naturaleza misma!

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    1. La naturaleza siempre es linda de ver.. me gustó haber ido allí, fue gracias a esta chica panameña que nos llevó, sino dudo que hubiéramos podido conocerlo. beso

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  3. Has logrado una buena colección de fotografías, cada una es un recuerdo. Gracias por mostrarnos tu viaje. Abrazos

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  4. Me encanta... Se ve un lugar ideal para ir a desconectar. Y los cerditos son un amor. Besotes!!!

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    1. Los cerditos eran de lo mas graciosos.. vieras como se desesperaban jajaj..muy torpes los pequeñines…

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